Quizás tu familia tenga una vida súper relajada, con todos muy tranquilos en casa y disfrutando de su tiempo, compartiendo actividades en armonía, sin discusiones, con niños muy educados que no discuten ni ponen pegas a nada, en resumen, una happy family de esas de las películas.
Pero quizás no. Quizás tu realidad no sea tan maravillosa. Y eso se debe a lo desafiante que es criar a tus hijos. Hay muchas preocupaciones que antes no tenías: preocupación por su educación, por su desarrollo óptimo, por su seguridad y por sus actividades. Además, la multiplicación de miembros de la familia significa una multiplicación desproporcionada de tareas a realizar, por lo cuál sufrimos una falta de tiempo tremenda. La falta de sueño, debido a que los peques no nos dejan descansar toda la noche, tampoco ayuda.
Aparte de esas circunstancias personales de las personas con hijos, vivimos en un mundo hiper-estimulante y estresante de por sí. Si no aprendemos a deshacernos de lo que sobra, de lo que no es importante para nuestra vida, es muy fácil entrar en una rueda de días sin parar, estando ocupados todo el día sin llegar a cumplir con nuestra lista de tareas pendientes, que cada día es más larga.
Y no sólo nos pasa a los adultos, los niños también tienen sus días llenos de tareas. Están muchas horas en la guardería o en el colegio, y después muchas veces van a extraescolares. Llegan a casa agotados, igual que nosotros, y necesitan estar en casa tranquilos, para descansar. Es muy importante el juego libre, o incluso aburrirse un rato, sin actividades preestablecidas. Seguro que te ha pasado que llega el fin de semana, y tu hijo no quiere salir. Tiene la necesidad de quedarse en casa. Y es porque en casa tiene menos estímulos, más seguridad, más tranquilidad y más libertad para elegir qué hacer.
Tu casa debe permitirte bajar el ritmo. Debe garantizar un entorno tranquilo, con espacio propio que permita que el niño se concentre en sus actividades sin interrupciones, y con espacio para compartir que permita disfrutar en familia, sin prisas.
¿Cómo es la vida doméstica en tu familia?