Juliane Haider
Antes y después de un salón-comedor
Después:

Este salón-comedor se ha transformado desde un espacio un tanto oscuro y con estética demasiado vintage, a un espacio luminoso, moderno y práctico.
Para lograrlo, primero he incorporado la cocina en el salón-comedor, para conseguir un ambiente compartido en familia y acortar los caminos de la encimera a la mesa. He quitado las cortinas, los cuadros y las lámparas antiguadas. Los muebles se han vendido por Wallapop y han encontrado nuevos dueños. La estufa (un peligro para los niños) la he sustituido por una chimenea cassette, integrada en la pared.
Los ladrillos vistos eran demasiado oscuros, así que decidí cubrirlos con yeso y pintarlo en blanco, para crear una unidad con las paredes. Lo mismo con el paleado de madera, que restaba mucha luz al salón; simplemente se ha pintado de blanco, y el resultado queda mucho más elegante que antes.
El suelo es de microcemento, que queda espectacular y al no tener juntas amplía el espacio.
Y por último, el cambio más impactante: la conexión al patio. En vez de las dos ventanas pequeñas, puse una puerta corredera acristalada, que da acceso directo al patio, deja entrar mucha más luz y une visualmente el espacio interior con el exterior.
Antes:
